La sensación de que alguien fue testigo y al mismo tiempo redactor.
Estúpidamente pensaba que solo me ocurría a mí, pero luego al crecer supé de donde venían esas transmisiones.
Eran como analgésicos en forma de notas, masivamente filtradas por unas mentes que como yo, nos conformábamos con ser espectadores y nos asemejábamos como si fuéramos de un culto, vibrando por una sensación cálida y refulgente.
Ahora, todos esos ruidos que vienen de esas cajitas han sido para mí completamente necesarias para vivir por la manera en la que viajan, no a través de la radio ó de la internet sino a través de las mentes que se abren.
No hay comentarios:
Publicar un comentario