Él gritó: -¡Prima, que cliché!...
Yo sólo podía afirmar con los ojos; realmente no me sentía un cliché, simplemente fue la reacción frente a una botella de vino que había consumido semanas pasadas, y que a consecuencia de ese hecho y mi interna soledad, genero situaciones poco sobrias que compartía con mi primo y las cuales el comprendió como un cliché.
Realmente no me pareció relevante que tan cliché haya sido mi momento pasado… lo que si me importaba en ese momento era lo nerviosa que me encontraba, y encuentro tal vez la razón de estar así; hace cuatro años me gustaba un amigo de mi primo que ahora estaba junto a mí, hablando... es una razón relativamente fútil, lo relevante del momento es el fastidio que poseo en estos momentos al encontrarme con otro 20th Century boy(x) otra vez, (pff) estoy cansada de enfrentar sentimientos hacia alguien más, cosas que compartir y demostrar, y sentir “que él será mi hombre”, (ja!) quién le dijo a la mujer que ellos serán sus hombres, ¿quién será de quién?... todo suena a propiedad, no sólo nos conformamos con la idea de poseer cosas, debemos poseer personas… “mi mujer”, escucho algunas veces entre comentarios de amigos o en conversaciones ajenas en algún lugar público; no evito imaginarme la esclavitud hecha realidad: nuestras madres, mujeres creadas bajo la tradición conservadora del departamento de Antioquia, que han exprimido su vida ante la seca realidad de “su esposo”.
Me encontraba en un lugar público, sentada entre mi primo y su amigo. Recordando un domingo pasado… y ahora sólo escucho “In my place”, el lamento que todo ser quisiera escuchar, de tal vez su próximo 20th Century box!
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