miércoles, 14 de julio de 2010

Julio 13, llegaba tarde a una cita de las 3:30 pm



A nuestros oyentes...

Un "habitante de calle", "indigente", o como nos decían nuestros padres cuando éramos pequeños, un "loco", me dijo: -que dios la bendiga. Mientras caminaba hacia el paradero del bus... irónica me pareció su frase. Segundos más tarde pasaba por el frente de una casa con su fachada acabada y devorada por el tiempo, y en la cera o anden había excremento de algún ser vivo. Y la frase cada vez más se hacia irónica; no podía comprender ¿como un ser devorado por una ciudad de seres egoístas, un lugar ambivalente de caos y orden, podía desearle a una transeúnte más, lo que nunca ha hecho con él su dios?

No hay comentarios:

Publicar un comentario